Compromiso de la FEMP contra la explotación sexual y la trata de mujeres, niñas y niños
La Junta de Gobierno aprueba una declaración institucional que considera esta situación como “una de las manifestaciones más graves de vulneración de derechos humanos y dignidad personal”.
Madrid, 15 de julio de 2025.- La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha aprobado hoy una declaración institucional en la que manifiesta su rechazo “firme y decidido” a la explotación sexual y la trata de mujeres, niñas y niños, “una de las manifestaciones más graves de vulneración de derechos humanos y dignidad personal”.
A través de esta iniciativa, adoptada durante la reunión de la Junta de Gobierno celebrada hoy en su sede, la federación se suma, un año más, a la conmemoración el próximo 23 de septiembre del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres, Niñas y Niños, y renueva su “compromiso con la construcción de municipios seguros, inclusivos y libres de toda forma de violencia porque cada paso que se dé en esta dirección será una contribución a un futuro más digno en el que ninguna mujer, niña o niño sea jamás tratado como una mercancía”.
Para la FEMP, la trata con fines de explotación sexual, así como la industria del sexo, constituyen realidades profundamente inaceptables, que atentan contra la libertad, la seguridad y la igualdad entre personas.
En España, los datos siguen siendo preocupantes. Según cifras del Ministerio del Interior, en 2024 se identificaron 632 víctimas de trata, de las cuales 376 fueron sometidas a explotación sexual. Entre ellas se encontraban 15 niñas y 1 niño, y el 98% eran mujeres. Estas cifras evidencian el carácter marcadamente femenino de estas formas de violencia, lo que obliga a los poderes públicos a actuar con determinación y firmeza.
Para la federación, ninguna forma de explotación puede tener cabida en una sociedad libre y democrática, por lo que el compromiso con la dignidad humana exige desmantelar los factores que perpetúan la mercantilización del cuerpo, especialmente de mujeres, niñas y niños.
“La trata no es un fenómeno aislado: se alimenta de la demanda, la pobreza, la falta de oportunidades y de situaciones de especial vulnerabilidad social como la que sufren mujeres migrantes, racializadas, con discapacidad, LGTBI o en riesgo de exclusión. Por ello, es necesario promover medidas que respeten su dignidad, derechos y diversidad”, según queda recogido en el texto.
Las administraciones públicas, y muy especialmente los gobiernos locales, tienen una responsabilidad directa en la prevención, detección, protección y acompañamiento a las víctimas.
Por todo ello, la FEMP ha reafirmado su compromiso con el impulso de políticas públicas efectivas, con una perspectiva integral de derechos humanos, centrada en las víctimas y que priorice la erradicación de estas formas de violencia.
En este sentido, ha remarcado la necesidad de promover marcos normativos que dificulten que locales, plataformas digitales o actividades económicas puedan facilitar o beneficiarse de situaciones de explotación sexual, reforzando la vigilancia y el cumplimiento de la legalidad.
En definitiva, la federación ha instado a trabajar con visión de futuro y promover una educación basada en valores de igualdad, dignidad y respeto, impulsando programas en los centros escolares que fomenten la concienciación temprana frente a cualquier forma de explotación, y que contribuyan a la transformación social necesaria para erradicar la trata.
Junto a ello, ha apostado por fomentar una conciencia crítica que rechace el consumo de prostitución y combata los mensajes que normalizan o minimizan esta realidad.
La FEMP ha destacado la necesidad de consolidar redes locales de apoyo, que garanticen el acceso a recursos habitacionales, sanitarios, jurídicos y laborales -fomentando espacios de formación y de empleo digno- que proporcionen alternativas reales para quienes decidan salir de situaciones de explotación.
La federación también ha abogado por reafirmar el compromiso firme de las entidades locales con la igualdad de oportunidades, la justicia social y la defensa de los derechos fundamentales, y favorecer la participación activa de mujeres que hayan superado situaciones de trata en el diseño y evaluación de políticas públicas, reconociendo su experiencia como elemento enriquecedor.
Asimismo, la FEMP ha subrayado la importancia de reforzar la cooperación internacional y el trabajo en red con municipios y entidades de países de origen, orientando los esfuerzos a la prevención de la trata de raíz, al intercambio de buenas prácticas y al desarrollo de proyectos que aborden las causas profundas de la situación de vulnerabilidad y riesgo.
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