15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales

Madrid, 14 de octubre – El reto de seguir trabajando por reivindicar y empoderar política y económicamente a las mujeres rurales. Así lo recoge la FEMP en la Declaración Institucional emitida con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, que se celebra este sábado, 15 de octubre. En el texto, la Federación recuerda “no es solo una cuestión de equidad, se trata de una cuestión de necesidad”.

La falta de oportunidades para acceder y permanecer en el mercado laboral, las dificultades de acceso a infraestructuras y servicios públicos en general, la escasa participación en los diferentes órganos de toma de decisiones, la invisibilización de los trabajos, especialmente trabajos de cuidados, provocan la marcha de las mujeres hacia el medio urbano, según se constata en la Declaración. Por ello, desde la FEMP se reconoce la función y contribución decisiva de la mujer en el desarrollo del ámbito rural porque “tan importante es su presencia para el mantenimiento del mundo rural como su ausencia para explicar su declive”.

En este sentido, desde la FEMP:

Invitamos a todas las Entidades Locales a adherirse a esta Declaración y nos sumamos a todas las voces que claman por un futuro en igualdad.

Reivindicamos la necesidad de establecer las medidas necesarias a través de las que se reduzca el éxodo de la población rural y que permitan dinamizar demográficamente el medio rural.

Reafirmamos la necesidad de reducir las desigualdades laborales de género que persisten en el medio rural para que las mujeres desarrollen sus carreras profesionales en igualdad de condiciones a los hombres mediante actuaciones de sensibilización en igualdad de género para luchar contra la segregación horizontal y vertical, orientación laboral igualitaria, corresponsabilidad, etc.

Recordamos que, para constituir una sociedad equilibrada, es necesario poner en marcha actuaciones de sensibilización en corresponsabilidad, a la vez que actividades para fomentar la participación de mujeres en la esfera pública, de manera que los usos del tiempo que hacen unas y otros reflejen un sistema social sin desigualdades de género.

Defendemos que, en el medio rural, la oferta de servicios públicos para favorecer el bienestar de la población deberá adecuarse a las necesidades de esta para procurar su bienestar, mediante medidas que ayuden a frenar las desigualdades de género que existen entre mujeres y hombres.

Ratificamos que son imprescindibles medidas de sensibilización y concienciación para romper con los roles y estereotipos de género que provocan las desigualdades entre mujeres y hombres.

La sostenibilidad social del medio rural depende, en gran medida, de que la sociedad se reconfigure partiendo de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres como base del sistema.